jueves, 7 de agosto de 2008

De lo cadencioso a lo errabundo.

De lo silencioso a lo tibiamente canalla.

De lo recóndito a lo ficticio.

De lo real a lo afrodisíaco.

-¿Ya-no-me-extrañas?-


Miréia: ¿Por quién doblan las campanas?

-Darle agua al vencido-

6 comentarios:

Juan Ramón V. Mora dijo...

Bueno, bueno. Me da gusto ver que no es mala escribiendo. Habla bien de Ud.

Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.

Quimera dijo...

Evolución.

Tañendo precipicios:

Q.

Anónimo dijo...

Mmm...

José Pulido dijo...

Me gusta el texto, aunque hay símbolos encriptados que no entiendo del todo. Salud

Paulo dijo...

Qué sería de mi sin usted. ya no digo del mundo...

Anónimo dijo...

abandonados por usted